lunes, 29 de diciembre de 2008

El Baile


El ánimo y el baile

El ánimo mejora incluso la relación personal y la forma de convivir consigo mismo. Aumenta el incentivo para la creatividad, ayuda a tomar decisiones, a ser mas espontáneos, mas autónomos y a alejarse de la depresión, frustración y soledad.

Tomar clases de baile alimenta el interés por iniciar un nuevo camino de aprendizaje. De tener nuevos incentivos, nuevos intereses, de aprender a comunicarse de otra forma, a estudiar como en épocas pasadas, de volver a creer en uno mismo y ponerse a prueba, de volver a conocerse.

También es una forma de emplear el cuerpo como medio de expresión que involucra necesariamente la relación con otras personas. Riéndose, jugando, empleando los sentidos.

La relajación

Las personas mayores que practican esta actividad, consiguen relajarse y recuperar la alegría perdida y tener una regularidad que le permite olvidar las consecuencias del envejecimiento y sentirse joven nuevamente.

También es una excusa para combatir la quietud y dejar de lado ciertos problemas emocionales. Bailar es conocerse a uno mismo y a otros, es proteger su salud y prevenir la enfermedad, teniendo en cuenta los beneficios físicos que provee.

No debe olvidarse tampoco, que muchas personas mayores tienen verdadera pasión por el baile, y que una gran mayoría de ellas, deja la actividad por considerarse “demasiado viejos” para eso. Al respecto, los especialistas recomiendan todo lo contrario.

Todo aquel que tenga la posibilidad de moverse, puede bailar, y hacerlo le permitirá mejorar su estado, físico y mental.